Siempre hay un mañana, (1º Hotel Boonsboro), Nora Roberts
El primer y último amor, (2º Hotel Boonsboro), Nora Roberts
La perfecta esperanza, (3º Hotel Boonsboro), Nora Roberts
Vuelvo al ataque con una de "reseñas a granel". Se trata de Nora Roberts, con la que, además de enamorarme, he asistido a la restauración y construcción de un hotel, con episodios fantasmales incluídos.
Y como me gusta hacer con este tipo de historias, os traigo una reseña resumen de los tres libros, ligerita y sin espoilers, más allá de los consabidos finales felices, que tanto me gustan y tantos suspiritos me arrancan.
En la localidad de Boonsboro vive la familia Montgomery, compuesta por la madre y sus tres hijos buenorros: Beckett, Owen y Ryder. Siendo tres libros, y tratándose de Nora Roberts ya sabes que en cada uno asistiremos al romance de uno de ellos.
Clare, Avery y Esperanza son las tres medias naranjas de estos chicos tan apañados, quienes mientras se enamoran van construyendo hoteles, panaderías, restaurantes y gimnasios.
El primero de ellos, Siempre hay un mañana, te cuenta la historia de Clare y Beckett. Ella es una joven viuda con tres hijos, que dirige una librería, y es el primer y antiguo amor de Beckett, además de un arquitecto muy manitas. Gracias a un supuesto fantasma, tendrán un empujoncito que les ayudará a comenzar su relación.
Con El primer y último amor, conocemos un poco más a Avery, que regenta una pizzería en el pueblo, y que empieza a beber los vientos por otro de los hermanitos Montgomery. Esta vez le toca enamorarse a Owen, un adicto a la organización e incansable planificador y elaborador de listas. De nuevo la intervención fantasmal es la causante de iniciar y acelerar lo inevitable.
Por último tenemos la historia de Esperanza y Ryder, La esperanza Perfecta. Prácticamente desde mitad del segundo se convirtieron en mi pareja favorita, y no es la primera vez que me pasa. No sé si es debido a que ya las expectativas generadas en los anteriores, a que ya los conoces más, o que siempre deja para el final la pareja que parece que menos pega, y es la que más suele gustarme a mi.
Esperanza es la gerente del recién estrenado Hotel Inn Boonsboro, y Ryder el más hosco y antipático de los hermanitos, al menos con ella, lo que la desquicia bastante. Hasta que interviene el fantasma, que a estas alturas es una veterana Celestina.
Durante los tres libros conoceremos la triste historia del fantasma, que comienza manifestándose en forma de aroma a madreselva, y termina siendo visible y hablando con ellos. Bautizada por Beckett en el primer libro como Lizzy, acabaremos descubriendo la historia de un amor correspondido pero malogrado, y que a pesar de todo perdurará en el tiempo.
Como he dicho al principio, lo que más me gusta de la autora, es que cuando se lo propone te sumerge en las actividades cotidianas de los protagonistas, así como en su forma de vida. Cuida mucho los detalles y contagia la ilusión y empeño de los personajes en todo lo que hacen. Por no hablar de los secundarios que amenizan enormemente la lectura, esta vez en forma de niños y perros.