martes, 10 de abril de 2012

Te esperaré toda mi vida, Megan Maxwell



¿Qué ocurriría si una mujer de siglo XXI, como tú, viajara en el tiempo al siglo XVII?
Averígualo sumergiéndote en las páginas de esta novela de la mano de Montse y sus dos amigas, Julia y Juana; unas españolas afincadas en Londres.
Una rifa, un premio, un viaje, una ciudad: Edimburgo. Tierra de leyendas y escoceses.
Allí, en aquel momento, en aquel lugar, ocurrirá algo que cambiará para siempre la vida de la protagonista y sus amigas.
¿Quieres saber qué pasa? ¿Te apetece sonreír y divertirte? ¿Deseas enamorarte?
Entonces, no tienes más remedio que abrir el libro y ponerte cómoda.
¡Disfrútalo!


Y tanto que lo he disfrutado. De principio a fin.
 Montse, Juan y Julia son tres amigas, que, gracias a una gitana con una bola de cristal acaban en la Escocia del S.XVII. Eso sí, con un iphone y una blackberry inutilizadas, y con un vocabulario que hará estremecer a los lugareños.
¿Y qué hay en Escocia en cualquier época?, pues escoceses, y en este caso tenemos a Declan y Alaishtar, que volverán locas a Montse y Juana. Julia está felizmente casada en su época, así que se resignará a ver cómo sus amigas se precipitan hacia un drama anunciado, y echará mucho de menos a su Pepe.
La historia empieza siendo una aventura más o menos divertida, en la que deciden aprovechar el tiempo que estén allí, atreviendose incluso a inventarse el nombre, lo que me pareció un gran momento, por cierto. Imaginaos viajando en el tiempo, no os conoce nadie, podéis decir que os llamáis como queráis, ¿qué nombre de famosa escogeríais?. Los que escojen nuestras protagonistas son bastante divertidos. 
Pero claro, llegarán los problemas, ya que no cuentan con enamorarse de sus caballeros escoceses, de las gentes del clan, y al final incluso del estilo de vida.
Además de romántica, es una historia muy divertida. Impresionantes las peleas de Montse, nuestra prota con lady Rose O´Callahan, o "la pija medieval", como la rebautizan las tres amigas, bueno, uno de tantos apodos que le sacan, y no os quiero destripar, porque son muy divertidos.
También hay un episodio de maldición medieval, pero se arregla tan fácil y rápido que ni te enteras, y como resulta tan divertido de leer, no me importó en absoluto.
Por ello la historia me ha encantado, me ha enamorado, enternecido y me ha hecho reir a partes iguales. Hay una escena, con una receta de pollo, y su preparación que no tiene desperdicio. Me sentí tan identificada con lo que me hubiera pasado a mi también que estuve riéndome un buen rato. Es lo que tiene ser animal de asfalto.

2 comentarios:

  1. Este parece el típico argumento que estaría genial para una peli de esas de ver los domingos, reirte y desconectar. Besos!

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    1. Sí Mandarica, muy acertada. Es perfecto para una comedia romántica.
      Un besazo!

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