El coleccionista, Paul Cleave.

«Bienvenido a mi colección.» Lleva tiempo atesorándolos. Souvenirs de asesinos en serie. Ahora ha logrado el sueño de cualquier coleccionista: la «pieza» definitiva. Empieza el juego. Cooper Riley está encerrado en una celda a oscuras cuando recobra el conocimiento. Al otro lado de la puerta metálica Adrian lo saluda: «Bienvenido, profesor. Bienvenido a mi colección».A Adrian siempre le han fascinado los asesinos en serie. Colecciona todo lo relacionado con ellos: historias, fotos, recuerdos? Y ahora a Cooper, profesor de psicología criminal y asesor de la policía. La «pieza» definitiva. Es experto en su tema preferido. Él podrá enseñarle lo que aún no sabe: cómo matar. Y para eso le tiene una sorpresa preparada. O Cooper espera que la ayuda venga de fuera, o le sigue el juego a Adrian, siempre impredecible, para que le abra la puerta. El coleccionista, de Paul Cleave, es un thriller intenso, memorable e imprevisible, que nos devuelve a los mejores momentos de El dragón rojo y El silencio de los corderos de Thomas Harris.

Me ha resultado una historia sorprendente y original. Comienza con dos tramas paralelas. Por un lado tenemos al típico psicópata (Adrian), que como buen desequilibrado secuestra al profesor Cooper Riley, al que ve como un gran maestro y un gurú de los asesinos en serie. Lo encierra en una habitación, y le cuenta orgulloso lo mucho que lo admira, y cuánto van a aprender el uno del otro. Os podéis imaginar el shock del profesor...

Por otro lado conocemos a Tate, un expolicía que acaba de salir de la cárcel, y que ¡ATENCIÓN! es contratado para investigar la desaparición de la chica a la que atropelló mientras conducía, (por eso ha estado en prisión, por cierto). El padre de Emma, le contrata y le exige, (a base de talonario y remordimientos) que busque a su hija, y que se la traiga de vuelta.

Resulta surealista, pero a mi me enganchó bastante. Lógicamente enseguida imaginas que de algún modo terminarán ambas historias conectadas, pero no me sucedió así con un par de giros que tiene. Sin ellos la historia simplemente me hubiese gustado, porque me llama la atención el género, pero gracias a ellos la disfruté más aún, además de alucinar con la cantidad de psicópatas que habitan en Christchurch.

En definitiva la recomiendo si os gusta el género. Os sorprenderá.