Lecturas agosto...

Maravilla, Lavyrle Spencer

Entre tú y yo, Nora Roberts

Donde termina el arco iris, Cecilia Ahern

Mini diccionario bilingüe, español/ gato, gato/español,

El color de la magia, Terry Pratchett

La fórmula deseada, Menchu Garcerán

Toscana para dos, Susan Elisabeth Phillips

En mundos distintos, Linda Howard

Actitud provocadora, Sherrilyn Kenyon

Apocalipsis Z, Manel Loureiro

Apocalipsis Z, los días oscuros, Manel Loureiro

Apocalipsis Z, la ira de los justos, Manel Loureiro

La entrevista, Sandra Brown

El estigma del arrecife, Nora Roberts

Intuición, Sandra Brown
Deseo y venganza, Nora Roberts

Este mes he disfrutado un montón leyendo. Y además ha sido variadito.

Los que están en en negrita están reseñados. Si pincháis encima podréis ver lo que me han parecido.

He asisitido al fin del mundo, por culpa de los zombies, con Apocalipsis Z, una trilogía que me ha sorprendido muy gratamente, y que ha sido la lectura que más me ha gustado. Los he devorado.

He aprendido un poco más de la conducta felina, y también me he reído con  el Mini diccionario bilingüe español/ gato, gato /español. Las viñetas son impresionantes, y muy divertidas.

Y cómo no, me he enamorado, y esta vez ha sido de unos cuantos. Eso sí, me quedo con Maravilla, de Lavyrle Spencer, que ya había leído, pero me gusta releerlo de vez en cuando.

El que menos me ha gustado ha sido el de La entrevista, de Sandra Brown. Ha sido un poco culpa mía, por no leer la sinopsis. Estoy acostumbrada a leer suspense romántico con esta autora, y en este caso era romántico, pero más bien rozando el empacho. Muy surrealista y poco creíble. Por lo menos era corto. También ha tenido la mala suerte de ser el elegido después de los zombies, y claro, el listón estaba muy alto.

Por último, El color de la magia, de Terry Pratchett. Lo he intentado, pero no. No me ha gustado nada, ni siquiera lo he entendido. Leo libros en inglés que entiendo mejor que este. Me ocurre con la literatura fantástica, me cuesta imaginar según qué escenarios o mundos. Y no digamos cuando inventan palabras. Este ha sido el caso. No me ha enganchado en absoluto, y pese a ser un libro muy corto, se me ha hecho eterno. Es cierto que me ha sacado alguna que otra sonrisa. Y entiendo por qué a la gente le gusta el humor de Pratchett. Mi incapacidad de entender las historias fantásticas es lo que ha hecho que no me guste.