Seis peces azules, David Tejera

Andreas recorre el mundo en busca de piedras preciosas para los joyeros de Ámsterdam, y uno de sus clientes es el fatuo Neron Staufman. Elka trabaja en una tienda de té entre los canales en el barrio de Jordaan, y ansía una vida apacible junto a Andreas. Muy cerca, un misterioso hombre azul siente pasar el mundo. Arnaldo Santos capitanea el Volcán Chiriquí hacia un cementerio de barcos en el océano Índico, y el griego Stéphanos es el miembro más huraño de su tripulación, siempre pendiente de los seis peces azules de cristal que lleva consigo.Ellos aún no lo saben, pero sus vidas están unidas por un cordel tan fino como el que enhebra los peces de Stéphanos: cualquier leve movimiento los balancea a la vez y en diferentes direcciones. Por eso, cuando Neron le habla del diamante Jehangir a Andreas, las vidas de los seis comenzarán a agitarse…Siguiendo la tradición de las grandes novelas de aventuras, pobladas de personajes apasionados y exóticos ambientes, David Tejera nos propone en Seis peces azules la más fascinante aventura que podemos emprender en una época como esta: la búsqueda de la propia felicidad.

Hoy traigo la reseña de la lectura conjunta que organizó Tatty en su blog, El universo de los libros. 

Andreas es un cazador de piedras preciosas que viaja por todo el mundo buscándolas y vendiéndolas luego al mejor postor en Ámsterdam, aunque  su mayor obsesión viene por parte de Neron Staufman, y  la búsqueda de un valioso diamante, el diamante Jehangir.
Su novia Elka, no está muy conforme con el modo de vida de su chico, y lo lleva como puede. Ella trabaja en una tetería, y está encantada con su trabajo. Su dueña, la señora Coluche lee los posos de té.

Un día sacan del agua de uno de los canales cercanos a la tetería un baúl con un cadáver dentro, y ella se acercará a curiosear como una más. Lo que la distinguirá del resto de mirones es que ella le quitará al muerto un reloj de bolsillo, además de tocarle las cuencas de los ojos, ??¿¿¿? 

Stephanos es un marinero  a bordo del Volcán Chiriquí, un  mercante panameño desahuciado, que acaba siendo conquistado por el griego,  con él como único tripulante. En teoría.

A través de los viajes de Andreas conoceremos a Simal, un esclavo en las minas de Angola, a Dipec en Delhi, o a la pequeña Khana en Fatehpur Sikri.
Es una historia de aventuras, un poco extraña para mi gusto. Me costó un tercio del libro engancharme. Los capítulos saltan de un personaje a otro, construyéndose así la historia, pero lo hace de una forma tan críptica que acaba resultando un poco cansina. Es lo que me ha fallado,  y tampoco he conseguido empatizar con los personajes, bastante apáticos la mayoría. Creo que sabe transmitir muy bien los sentimientos y emociones, pero ha escogido las más negativas, como desamor o frustración vital. Soy muy receptiva a empatizar con los estados de ánimo que leo, por eso no me suelen  gustar este tipo de lecturas. 

"Hay palabras azules que te cargan de ilusión, y palabras rojas que te acuchillan. Los dos lo sabían muy bien. Pero también hay palabras que salen de la boca como teñidas de gris. Turbias. Indiferentes. Rendidas."

Dejando de lado las emociones, destacaría la forma que han tenido de unirse al final dos de las historias aparentemente inconexas. La portada y la edición me han gustado mucho. 
Muchas gracias a la editorial Algaida por enviarme el ejemplar.