El ejército furioso, Fred Vargas

El infalible comisario Adamsberg tendrá que enfrentarse a una terrorífica leyenda medieval normanda, la del Ejército Furioso: una horda de caballeros muertos vivientes que recorren los bosques tomándose la justicia por su mano... Una señora menuda, procedente de Normandía, espera a Adamsberg en la acera. No están citados, pero ella no quiere hablar con nadie más que con él. Una noche su hija vio al Ejército Furioso. Asesinos, ladrones, todos aquellos que no tienen la conciencia tranquila se sienten amenazados. Esta vieja leyenda será la señal de partida para una serie de asesinatos que se van a producir. Aunque el caso ocurre lejos de su circunscripción, Adamsberg acepta ir a investigar a ese pueblo aterrorizado por la superstición y los rumores. Ayudado por la gendarmería local, por su hijo Zerk y por sus colaboradores habituales, tratará de proteger de su macabro destino a las víctimas del Ejército Furioso.



Una curiosa novela policíaca. El protagonista, Adamsberg, es un personaje muy peculiar. Me ha parecido una mezcla de Colombo y Jessica Fletcher, por sus rarezas y su implacabilidad a la hora de resolver los casos. Y unos secundarios que tampoco tienen desperdicio.
Se alternan varios misterios en la historia. El principal es el de El Ejército Furioso, basado en el mito de la Cacería Salvaje, que al estar ambientada en Francia se la conoce como Hellequin.
Según la adaptación de la historia, son una especie de justicieros de malas personas, y un avance de las víctimas que nos vamos a ir encontrando.
Con esto debería bastarle al Comisario, pero también anda metido en el caso de un pirómano, al que se le acusa de incendiar un coche con un hombre dentro.
Y para finalizar, tenemos el caso de una paloma, a la que algún desalmado ató las patas y dejó a su suerte. Pero que él rescata, salva y se propone descubrir al culpable.
Es una historia muy entretenida, y muy peculiar, por sus personajes. Es una saga, en la que repiten los policías protagonistas, pero no los casos, así que se puede leer sin haber leído los anteriores.
Lo que no me ha gustado ha sido la traducción. Sobre todo al principio. Me ha costado entender algunos diálogos. Y también acostumbrarme a los saltos en los casos, de un párrafo a otro, sin cambio de capítulo, o ni siquiera de página.
Su precio también lo he visto excesivo, 22 euros, para una encuadernación muy normalita, y una extensión más bien pequeña. Como ha sido un regalo para mi madre, no me ha dolido nada, pero si llega a ser para mi, me lo hubiese pensado. 
Repetiría con la autora, es una apuesta segura para entretenerte. Eso sí, con ediciones más económicas.