Nunca te rindas, Alfredo Díez

¿TE QUEJAS O BUSCAS SOLUCIONES?

Ante cada situación que nos presenta la vida podemos responder de dos maneras: como víctimas, dando excusas y buscando culpables que nos permitan justificar nuestros errores, o como protagonistas, erigiéndonos en responsables de la solución frente a cada desafío. En el primer caso, sin saberlo, la actitud reactiva nos irá alejando de nuestros objetivos y nos veremos sumidos en el fracaso; en el segundo, tomaremos las riendas de nuestra vida y alcanzaremos nuestras metas, por más difíciles que éstas sean. En este libro, Alfredo Diez, experto en coaching y liderazgo, nos presenta un método para desarrollar lo que ha dado en llamar «la personalidad del protagonista», caracterizada por una serie de habilidades que nos ayudarán a mantener la energía firme frente al cambio, superar los contratiempos y fortalecernos ante las adversidades.

Muchas gracias a Planeta por el ejemplar.

Leo este tipo de libros muy de vez en cuando, sólo si me llaman  la atención, y este ha sido el caso con Nunca te rindas. Tanto la portada como el título me atrajeron.

Intenta entrenar en actitudes que propicien adquirir habilidades de protagonismo, y que nos hagan abandonar comportamientos victimistas. 

Promueve valores y actitudes tales como el optimismo,  la flexibilidad, adaptación, responsabilidad, así como los distintos enfoques con que podemos ver las circunstancias que nos rodean y los sucesos que nos acontecen.

Está dividido en cinco grandes títulos, en el que cada capítulo se enriquece de citas y vivencias personales del autor. Me ha sorprendido leer la cantidad de frases victimistas y derrotistas que utilizamos, (y eso que yo me considero una persona optimista....aunque por lo visto soy bastante gruñona). Pese a que la gran mayoría las escucho, hay unas cuantas que son muy mías. 

Me ha gustado porque no intenta convencer ni asegurar un resultado favorable en los objetivos que nos propongamos, ni la fórmula para la felicidad. Desconfío bastante de ese tipo de libros. Simplemente invita a un cambio de actitud, y un desplazamiento de los resultados al trabajo que realiza uno mismo, adaptándonos a las circunstancias externas. No garantiza un éxito, pero sí una actitud más comprometida, y un enfoque optimista, muy importante desde mi punto de vista también, para poder disfrutar de la vida.